¿Cómo nos afecta el cambio horario al sueño?

Como nos afecta el cambio de hora

Se acerca de nuevo el cambio de hora y todos sabemos que al día siguiente vamos a estar un poco desubicados y «groguis». Aunque te acuestes una hora más tarde o trates de compensarlo por la mañana, lo cierto es que esta hora añadida, a nuestro reloj biológico no le encaja y por ello pasamos el domingo e incluso el lunes y martes un tanto despistados y somnolientos.

A continuación vamos a descubrir el porque de este estado y como podemos ayudar a nuestro cuerpo a ajustarse de nuevo.

¿Por que se realiza el cambio hora?

Cambio de hora

Como todos sabemos, el cambio de hora es un intento de aprovechar más la luz solar y así ahorrar energía. Esta medida fue tomada por varios países, entre ellos España, en 1974, coincidiendo con la crisis del petróleo, que adelantaron sus relojes una hora en un intento de ahorrar en iluminación.

Lo cierto es que esta medida ha ido perdiendo sentido y popularidad, dado que los horarios laborales cada vez más extendidos hacen que lo ahorrado a primera hora, se consuma más tarde. Y los que abogan en contra de este cambio de hora, aluden también a los efectos sobre la salud que provoca, sobre todo en mayores y pequeños.

España, un caso especial

Si bien es cierto que España se sumo a esta iniciativa desde el principio, nuestro reloj ya cuenta con una hora de adelanto a lo que por nuestra posición en el mapa nos toca. Este cambio se produjo en 1940 para adaptar nuestro reloj al horario Alemán, y pese al debate existente sobre los cambio horarios, el cambio a nuestro horario natural se ha ido retrasando paulatinamente.

Lo cierto es que este atraso en los relojes españoles ha afectado sin duda a nuestras costumbres, retrasando la hora de la cena y la comida. Como consecuencia alterando y reduciendo nuestras horas de descanso.

¿En que nos afecta el cambio de hora?

Dormir mal por el cambio de horaCon el cambio de hora se ven alterados nuestros ritmos circadianos, que se ven desajustados durante unos días, produciendo un pequeño «jet lag» en nuestro organismos que se va recuperando poco a poco. Lo mismo ocurre con los cambio naturales de luz que se producen a lo largo del año, solo que al ser estos paulatinos, no nos vemos afectados y nuestro cuerpo se va acostumbrando poco a poco.

Los efectos para nuestra salud, aunque de forma leve, son los mismo que sentiríamos con el «jet lag»: fatiga y cansancio general, somnolencia durante el día y dificultad para conciliar el sueño por la noche, irritabilidad, falta de concentración y disminución del rendimiento físico e intelectual. Estos síntomas son más acusados en personas mayores, lactantes o en personas con determinadas patologías como epilepsia, migraña o deterioro cognitivo.

¿Cómo podemos evitar los efectos del cambio de hora?

Aunque los síntomas no son graves y desaparecen pasados unos tres días, que es lo que tardan nuestros ritmos circadianos en ajustarse, podemos ayudar a nuestro cuerpo a adaptarse mejor con unos sencillos trucos:

1.Anticípate

Adelanta o atrasa paulatinamente tu hora acostar durante los días anteriores al cambio, según corresponda en primavera o verano, para evitar el cambio brusco de un día para otro.

2.Ajusta las comidas

También puedes ir ajustando poco a poco el horario de comidas para adelantarte al cambio de hora.

3.El ejercicio siempre mejora la salud

Hacer ejercicio mejora el sueño

Practica deporte moderado para que tu cuerpo se encuentre en óptimas condiciones y también tu humor mejore.

4.Aprovecha el fin de semana para descansar

El fin de semana del cambio horario es mejor tomárselo con calma y saber que nuestro cuerpo y mente no dan mucho de sí, asique plantéate un finde tranquilo.

5.No a los estimulantes y los relajantes

Es preferible evitar el consumo de bebidas estimulantes y también el uso de medicamentos para dormir, pero sobre todo no automedicarse. Es preferible tener paciencia y dejar que el cuerpo se adapte solo en unos días.

6.Una cómoda cama es fundamental

Tampoco podemos olvidarnos de la importancia de contar con un buen soporte para nuestro descanso. Tanto la base, como el colchón o la almohada viejos o en mal estados, pueden hacer que la recuperación se alargue y nos sintamos cansados durante más días cada vez que se cambie la hora.