Encontrar la firmeza del colchón ideal para ti no es fácil

firmeza del colchon ideal

A pesar de que siempre se indica la firmeza de los colchones cuando queremos describirlos, es un dato muy relativo que depende tanto de los materiales utilizados como de la percepción de cada usuario.

A contrario de lo que ocurre en los laboratorios, que sí se tiene estandarizado el nivel de firmeza, resiliencia y adaptabilidad de los materiales, no es así para los fabricantes. Incluyen sus propias escalas de firmeza en función de los materiales utilizados y combinaciones de estos. Por ejemplo, para un mismo núcleo de espuma HR, la incorporación o no de viscoelástica en el propio núcleo, hace que la percepción de la firmeza del colchón se vea alterada, del mismo modo que se puede añadir firmeza incluyendo capas de otros fieltros y materiales baratos que aumentan la dureza, pero no la calidad del colchón.

Por otro lado, lo que para unas personas puede parecer blandito y resultarle incomodo, para otras puede ser demasiado duro. Ello depende de diferentes factores como el pesos y preferencias de las personas. De hecho, nuestro gusto por la firmeza y adaptabilidad del colchón puede cambiar con el paso del tiempo. Los cambios en el peso y la aparición de dolencias pueden hacer que nuestras necesidades y percepciones de la firmeza del colchón cambien.

¿Cuál es la mejor firmeza de un colchón?

En general para adultos se recomienda colchones firmes, con una firmeza al menos suficiente para alinear la columna y que no se hunda la zona central del cuerpo al tumbarnos. La firmeza debe ser mayor a mayor peso, para que pueda soportar su uso durante más tiempo. Aquellas personas con dolencias de espalda deben, en primer lugar, consultar con su médico para mejores recomendaciones, pero se suele indicar también una firmeza alta.

Para niños y adolescentes (en ellos el peso es menor) pueden preferir firmezas (densidades de las espumas) más bajas. En este caso es importante que la firmeza sea suficiente para la buena alineación de la espalda, pero también una buena adaptabilidad, para el correcto crecimiento y desarrollo óseo y muscular.

Los tipos de núcleos y que firmeza aportan al colchón

Hoy en día existen diferentes soluciones que portan diversos beneficios para tu descanso, pero principalmente, los núcleos de los colchones son mayoritariamente de 3 tipo: muelles ensacados, HR y látex.

Los colchones de espumación HR (alta resiliencia o capacidad de un material de recuperar su forma tras someterlo a presión), pueden presentar una firmeza diferente dependiendo de la densidad de la espuma. Por lo general se usan espumas desde los 23 Kgr/m3 (principalmente para niños y colchones recomendaos de uso esporádico, muy económicos) hasta los 35 Kgr/m3 (una firmeza muy alta que debe ir acompañada de otras espumas más suaves para su comodidad). Una densidad de 26 a 30 Kgr/m3 es la indicada para el uso en adultos hasta 110Kg.

Los muelles ensacados son carcasas de muelles embolsados de forma individual con una firmeza media o media alta, pero que soporta mejor la fatiga y tiene una durabilidad mayor que la despumación HR. Con el uso la espuma va perdiendo capacidad de recuperación y se hunde ligeramente en las zonas de más uso, con los muelles ensacados se mantiene la firmeza del colchón intacta durante más tiempo.

Los colchones de látex son los más codiciados, por su gran adaptabilidad y durabilidad. Se obtiene a partir de resinas naturales y tiene una firmeza media, pero una adaptabilidad insuperable. Es el más indicado para dolencias de espalda o cadera, pero su elevado precio (sobre todo si es natural y no sintético) puede hacernos optar por otras combinaciones más asequibles.

¿Qué pasa si el colchón es muy firme?

Si el colchón es muy duro y te resulta incómodo, puedes añadir un Topper Viscoelástico sobre tu colchón para aumentar la adaptabilidad y que no notes tanta sensación de firmeza. Este es el truco favorito de los hoteles, sobre todos los más lujosos. Ellos invierten una buena cantidad en un colchón muy firme que soporte a muchos huéspedes diferentes durante largo tiempo y le añaden comodidad, adaptabilidad y ese aspecto mullido gracias a los topper de diferentes materiales.

En cualquier caso, al cambiar el colchón (sobre todo si el anterior tenía muchos años de uso) es normal que nos parezca muy duro. Debemos darle un tiempo para que se ablande ligeramente con los primeros usos y también dejar a nuestro cuerpo que se adapte al nuevo sistema de descanso.

Diferentes topper para diferentes necesidades

Entre los topper, puedes encontrar diferentes espumas y viscoelásticas que pueden dar una mejora a tu colchón con solo incluirlo encima de este. Desde la viscoelástica tradicional, al viscogel (ayuda a dispersar el calor y más resistente que la visco) y el viscografeno (es termorregulador y ayuda a eliminar cargas estáticas mejorando la calidad el sueño); al incorporar el topper ayudas también a alargar la vida del colchón, protegiéndolo y haciéndolo más cómodo.

¿Cómo escojo el colchón que mejor se adapta a mis necesidades?

Debes basarte en la experiencia propia y comprar diferentes colchones fijándote no solamente en su núcleo, sino también en los acolchados. Nuestro consejo es, ante la duda pasarse (un poco) de firme. Con el tiempo siempre se pierde un poco de firmeza, y como hemos indicado se puede rebajar un poco con un topper, pero si el colchón es muy blando tiene peor remedio.

firmeza colchón-prueba en tienda

Recuerda también que las preferencias de firmeza pueden cambiar con el tiempo y nuestro peso, los problemas de salud… Es necesario ir adaptando el colchón a nuestras necesidades a lo largo de la vida. Se recomienda cambiarlo a los 8 o 10 años debido al desgaste de los materiales y a la higiene, pero si notas que no descansas como antes, es el momento de cambiarlo.

Si vamos a un hotel y dormimos como nunca, ¡tenemos que conseguir un colchón igual! Podemos fijarnos en cómo es el colchón y si no tenemos ni idea, ¿Por que no? pregunta las características. Es posible que no encuentres el mismo modelo, pero si uno muy similar que mejore tu calidad del sueño todas las noches, y no solo durante tus vacaciones.