Cuando nos comienza a doler la espalda y pasamos más de una noche sin poder dormir, sin encontrar la postura correcta, es el momento en que empezamos a plantearnos renovar nuestro antiguo colchón. Pero antes de dar ese paso probamos a darle la vuelta en búsqueda de una estructura aún firme, sin embargo, cuando el colchón ya no se adapta a nuestras necesidades corporales por más vueltas que le demos no habrá truco que nos devuelva la comodidad del principio, es hora de buscar un nuevo colchón que nos devuelva la calidad del sueño.
Es hora de cambiar el colchón si…
Aunque un mal descanso es uno de los primeros indicios que no debemos de obviar, cierto es que ese mal descanso a veces lo podemos asociar a otras circunstancias como un exceso de trabajo, estrés o a un cambio en nuestra rutina de vida habitual. Por ello, en este post os damos unas cuantas pistas para no tener dudas si ese malestar proviene de dormir en un colchón no funcional.
Una señal clave es un colchón hundido, y con hundido nos referimos a que su estructura sea desigual y que al entrar en contacto con el peso de nuestro cuerpo no se mantenga uniforme, y aunque ese hundimiento no se aprecie visiblemente es posible que la superficie se muestre suelta y arrugada; por otro lado, y aunque nos parezca curioso, es hora de cambiar nuestro colchón si cuando nos metemos en la cama nos dan ganas de estornudar, con este singular gesto el cuerpo nos está indicando que la superficie de nuestro colchón está envejecida, al igual que los materiales que lo conforman, y como consecuencia de ese envejecimiento las fibras se han desintegrado facilitando el acceso de ácaros y sustancias que nos acaban produciendo alergia; y finalmente, es un claro indicio el hecho de que durmamos mejor fuera de casa que en nuestra propia cama, si esto ocurre es que nuestro colchón ha llegado a su límite.
Pero ¿Cuándo es recomendable cambiar el colchón por un nuevo modelo?
Muchos nos preguntamos si hay un periodo exacto establecido o una fecha de caducidad universal que nos indique cada cuánto hay que cambiar el colchón, y aunque técnicamente un colchón puede tener una vida útil y funcional que oscila entre los 8 y 12 años dependiendo del material con el que esté fabricado o el modelo, la verdad es que independientemente del tiempo estimado por el fabricante, cuando nuestro colchón empieza a presentar problemas como los citado anteriormente debemos de buscar una alternativa funcional lo más rápido posible, ya que un mal descanso puede acarrear problemas muy graves tanto para nuestra salud física como psicológica.
Un buen descanso es una de las necesidades más básicas para cualquier ser vivo, y gran parte de responsabilidad de que ese descanso sea reparador y beneficioso para nuestro cuerpo es encontrar un colchón que se adapte a la nuestras necesidades fisiológicas y, por supuesto, que sea práctico, cómodo y funcional.