Nos levantamos temprano, vamos a trabajar y durante todo el día, desde que apagamos el despertador, en lo único que podemos pensar es en el momento de volver a entrar en la cama y poder relajarnos después de un largo día, sin embargo, llega ese ansiado momento y ocurre algo totalmente inesperado: no nos podemos dormir.
Este hecho es más común de lo puede parecer, es más, debido al ritmo de vida que llevamos en la actualidad cada vez más individuos tienen problemas para conciliar el sueño, aún estando cansados.
Y es que el estrés es una de las principales causas del insomnio; las listas de tareas interminables, las diversas preocupaciones diarias y lo rápido que va todo, hace que el estrés se instaure en nuestras vidas. Y como consecuencia de un estrés excesivo comenzaremos a padecer diversos problemas de salud, tanto de carácter psicológico como físico, y todo ello repercutirá en la calidad de nuestro sueño.
Otros factores que contribuyen a un mal sueño
Además del estrés hay otros factores que contribuyen a no poder dormir por las noches, estos están relacionados con malos hábitos de sueño y con la alimentación. Si dormimos largas horas de siesta, tomamos en exceso bebidas con cafeína o hacemos copiosas comidas antes de irnos a la cama, vamos a provocar que con el paso del tiempo tengamos problemas para conciliar el sueño debido a unos malos hábitos de vida para un buen descanso.
Estos son entre algunos otros los principales causantes de la imposibilidad de algunas personas de conciliar el sueño aún estando muy cansadas, pero como casi todo en esta vida también tiene solución, así que este post os queremos mostrar algunas pautas que podemos incluir en nuestra rutina para aprender cómo dormir más rápido, combatiendo de esta manera el temido insomnio.
¿Qué hacer para dormir antes y mejor?
Muchos nos preguntamos qué hacer cuando padecemos insomnio, quizás deberíamos comenzar cambiando nuestros hábitos alimenticios, prestando especial atención a lo que consumimos antes de irnos a dormir, evitando bebidas con cafeína, alimentos muy pesados y difícil de digerir como las grasa, hidratos y azúcares; por otro lado, está demostrado científicamente que realizar cierta posturas de yoga antes de entrar en la cama ayudará a nuestro cuerpo a destensarse, y mediante la relajación muscular estaremos incitando a nuestro organismo a conciliar el sueño de una manera más orgánica y natural; por último, si nada de lo anterior termina por hacernos un verdadero efecto, podemos probar con el asmr, estas siglas traducidas al español significan respuesta sensorial meridiana autónoma, es decir, sonido e imágenes visuales que nos ayudan a desconectar del estrés y permite a nuestro cuerpo y mente una relajación profunda, a través de un fenómeno biológico que nos produce placer.
Todo esto nos ayudará a mejorar nuestros ciclos de sueño y descanso, aunque aún siguiendo todos estos tips tenemos que tener en cuenta que muchas veces el causante de muchos de los males nocturnos se encuentra en la propia habitación, en el colchón, así que si nada funciona debemos vigilar que el estado del colchón sea el óptimo para garantizarnos un buen descanso.
