Otro año más empieza el verano ¡y viene con fuerza! La primera ola de calor ya nos está quitando el sueño en gran parte del país, por eso te traemos varios trucos para que puedas descansar durante las noches de calor intenso lo mejor posible. Guárdate el enlace porque seguro que nos hace falta revisarlo alguna vez más este verano.
Preparación durante el día
Para que a la hora de acostarnos podamos mantener una ambiente que nos permita un sueño reconfortante, es necesaria la preparación durante el día, tanto de la habitación como de nosotros mismos.
Es fundamental mantener una buena ventilación de nuestro dormitorio durante todo el año, y en los meses de calor es más apetecible mantener las ventanas abiertas. Sin embargo es recomendable cerrar las ventanas y mantener la habitación en penumbra, sobre todo en las horas centrales del día para evitar la acumulación de calor. Procura abrir las ventanas de la casa una vez el sol ha caído para refrescar las habitaciones.
Como explica la Sociedad Española del Sueño: «En ambientes térmicos neutros, entre 18-21ºC, se alcanzan niveles máximos de tiempo total de sueño, sueño profundo y sueño REM. Este último es más sensible a alteraciones relacionadas con la temperatura, pues se reduce la capacidad de termo-regulación y con ella la respuesta del sudor, lo que hace que ante temperaturas extremas te despiertes». Por ello debemos buscar una temperatura agradable en nuestro dormitorio que nos permita descansar completamente.
Adicionalmente podemos buscar soporte en un ventilador, para conseguir un ambiente más fresco. Siempre es preferible el ventilador sobre el aire acondicionado durante la noche, pero si dispones de aire acondicionado, lo mejor es que funciones durante una media hora antes de acostarte para que el ambiente este fresco, pero apagarlo a la hora de ir a dormir.
En cuanto a nuestro cuerpo, conviene también prepararlo pararlo antes de enfrentarse a una noche calurosa. Es muy importante mantenerse bien hidratado en verano, sin embargo no es conveniente beber copiosamente antes de acostarnos, dado que si nos despierta la necesidad de usar el baño durante la noche, es muy posible que el calor nos dificulte volver a coger el sueño.
Especialmente en verano, es importante tomar una cena ligera y dejar al menos 2 horas tras la comida antes de irnos a dormir. Intentar conciliar el sueño tras una cena copiosa y con excesivo calor puede ser tarea imposible.
Una ducha antes de acostarnos nos ayudará tambien a ajustar nuestra temperatura corporal, pero ojo, no es conveniente tomar una ducha fría, dado que la bajada de la temperatura que sufre nuestro cuerpo supondrá un alivio muy breve. Es preferible tomar una ducha tibia que eleve ligeramente nuestra temperatura corporal asemejándola a la temperatura ambiente y notando así en menos medida la sensación de calor.
El momento de descansar, a pesar del calor
Ha llegado el momento de irnos a dormir y ahora la parte fundamental es la propia cama. Elige una ropa de cama y pijamas ligeros, cómodo y a poder ser de tejidos naturales como el algodón. Un pijama de tirantes y pantalón corto es una buena opción, o para las noches más terribles, puedes prescindir del pijama.
En multitud de ocasiones se recomienda humedecer la ropa de cama e incluso congelarla, pero como expertos en colchones lo desaconsejamos profundamente. La humedad de la ropa de cama unida al calor va a ayudar a la proliferación de bacterias y hongos en el interior del colchón arruinando no solo nuestro colchón, sino poniendo en peligro nuestra salud. Alternativamente recomendamos usar una pequeña toalla húmeda y fresca para humedecer nuestra nuca, cuello y pies. Esto va a ayudar a reducir la sensación de calor de nuestro cuerpo.
Por último, la elección de un colchón o complemento que nos ayude a soportar mejor las noches calurosas es fundamental. A pesar de la comodidad superior de la viscoelástica, presenta un inconveniente muy grande para estas noches: la viscoelástica retiene el calor corporal. Sin embargo existen materiales como el viscografeno y en especial el viscogel, que ayudan a evitar esa acumulación de calor aportando la misma adaptabilidad de la viscoelástica.
Si el colchón es de 2 caras busca evitar la cara viscoelástica durante el verano, pero si no es así o si ambas caras son viscoelásticas, puedes mejorar tu descanso con un topper de viscogel que aumente la comodidad del colchón a la vez que ayuda a evitar el exceso de calor de la visco.
Esperamos poder ayudarte a descansar durante las noches de calor con estos pequeños consejos y si estas buscando adaptar tu cama a las noches veraniegas no dudes en consultarnos.